ESTOS ESCRITOS NO ENSEÑAN, NI CONFORTAN NI GUÍAN, Y LA INQUIETUD QUE ESCONDEN ES SOLAMENTE MÍA...















PARAFRASEANDO A ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ.







18 de abril de 2008

La monotonía de las horas


Justo en el momento en que cruzaba el umbral de la puerta se iluminó el cielo, no sé si fue por la luz fugaz de las estrellas o por las incesantes velitas que transportan azarosamente las libélulas. Fue en ese momento en que escuche todo: desde el andar apresuroso de las hormigas, la risa contagiable de los niños, el silencio de los mares, el gemido de las calles por encontrarse desiertas a estas horas de la noche; el destapar de las cervezas de algún bar no muy lejano de aquí, el brindis de las copas, el rozar de las faldas de las damas cuando las levanta intencionalmente el viento (lo más seguro es que fue mi mirada), llegando hasta el abrupto encendido de un cigarrillo… y después compañero vuelve lo que siempre detesto: la monotonía de las horas. ..