ESTOS ESCRITOS NO ENSEÑAN, NI CONFORTAN NI GUÍAN, Y LA INQUIETUD QUE ESCONDEN ES SOLAMENTE MÍA...















PARAFRASEANDO A ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ.







24 de diciembre de 2009

Diario

19 de octubre...

Son las cuatro en punto de la tarde, el lugar el ex-convento del carmén, el motivo era el augurio de las aves que dejan cuando sobrevuelan por nuestras cabezas y nunca más se volverán a cruzar con nuestras miradas.
Como deseo que no llegues, pero eres puntual, raro en una mujer, te ves hermosa y aún en la distancia que me establece el recuerdo no pierdes ni brillo ni contraste, te pido que me sigas a una cafetería al D-VAL, sólo yo pido café, tu sólo me miras y te acaricias tu cabellera con tus manos, al final, salió de mi boca está palabra que aún hoy, no se habitua a estar conmigo, sólo que esta palabra es más que palabra, es sonido metálico, es vidrio oscuro, es veneno digirido por una ballena, esta palabra tiene su reino y su lógica propia, nada que le diga o calle, le resta fuerza ni energía, he sentido su capacidad asesina de tragarme completamente, de encerrarme en su oscuro reinado, y como son las circunstancias, a esta palabra yo le otorgue libertad y vida, de mi boca nació y creció como un sauce, tu me mirabas sorprendida, querías gritarme que me callara, pero tu grito nunca llego a tiempo, y te dije al oído: adiós guardiana.
19 de noviembre.
Llevo un mes sin verte, sin hablarte, sin tocarte, sin nombrarte, dicen los que saben que los vicios son productos de nuestras propias frutracciones, por eso creo que he adquirido el hábito de fumar, cada cigarrillo, se desintegran en poemas persas, que dejan un alivio a este pobre vicioso, cada cigarro desprende todo el recuerdo tuyo, a veces pienso que esta liturgia, esta destinada al fracaso, es decir, no logra un ápice de olvidarte aunque sea un momento, tu recuerdo se instaura con decisión, la distancia hace que uno delire, y tu recuerdo se me metamorfea, adquiere forma de murciélago, de oruga, de ave de rapiña, de ciempies, de columpio o de banca, a veces cuando la soledad es insoportable me dan las naúseas de escribirte, de llamarte, pero la voz grabada del servicio de Telcel, me informa: "lo sentimos el número marcado ha sido cambiado o esta fuera de servicio", sólo como un idiota fumo sobre una banca.
19 de diciembre
Se acaba el año, se acaba navidad, se acaba el mes, pero la impaciencia y este malestar de lo que pudo haber sido, me golpea el pecho, hoy fui a parar al doctor, al parecer tengo síntomas de neumonía, como todo buen galeno, me prohibio el cigarro, ¿Por qué mejor no me prohibe vivir? Le prometí con la cruz en la mano que hare caso a sus indicaciones, al salir del consultorio compré 90 cajetillas de delicados, espero exterminarlos lo que resta del año, y de pronto recuerdo que en cuatro días ella cumple años, vaya que el fin de año no puede estar más amargo que la nicotina que fumo, en fin, recuerdo la voz de mi abuela cuando le decía a mi madre con aquella tranquilidad que sólo los viejos son capaces: "de algo Martha se tiene que morir tu hijo", que sabia mujer de algo debo morirme pero estoy como el título de una obra de Kierkegaard "ni lo uno ni lo utro"... ni vivo ni muero sólo vegeto recordando...

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